PRIMAVERA ARABE Las revoluciones y protestas en el mundo árabe de 2010 a 2012, denominadas por distintos medios como la Revolución democrática árabe o la Primavera árabe, consisten en una serie de alzamientos populares en los países árabes árabes,, principalmente del norte de África de África,, calificados como revolución por la prensa internacional, que comenzó con la revolución tunecina. tunecina. Aunque, varios expertos a nivel internacional, como Noam Chomsky, Chomsky, consideran las protestas de octubre de 2010 en e l Sahara Ocidental como el punto de partida de las revueltas. revueltas.12 Son unas revueltas sin precedentes en el mundo árabe, árabe,13 ya que si bien en la historia de éste ha habido numerosas revoluciones laicas y republicanas republicanas,, hasta ahora éstas se habían caracterizado por nacer a partir de g olpes de Estado militares y dar paso a gobiernos en cierta medida autoritarios con o sin apoyo popular ,Nota 1 en tanto que los acontecimientos actuales se caracterizan por un reclamo democrático democrático,,14 y de una mejora sustancial de las condiciones de vida. Por la naturaleza de sus protestas (libertades democráticas, cambios políticos, económicos y sociales), estas manifestaciones masivas empiezan a ser comparadas con las revoluciones de 1830, 1830, las de 184815 y las revoluciones en Europa del 16 Este a partir de la caída del muro de Berlín en 1989. 1989. Esta serie de protestas a favor de la democracia contrastó inicialmente con el silencio de la Unión Europea y con un apoyo relativamente grande desde Estados Unidos. Unidos.3 El ministro de Asuntos Exteriores de Italia Italia,, Franco Frattini,, explicó la falta de respuesta europea aducie ndo que eran Estados independientes y no colonias de Frattini Europa. La Unión Europea se reunió el 31 de enero de 2011 para decidir si apoyaba o no las revueltas populares en Túnez y Egipto Egipto;;17 si bien endureció su postura frente a Hosni Mubarak, Mubarak, presidente de Egipto, 16 abogó por una solución pacífica y no condenó su gobierno. gobierno. Las primeras opiniones sobre la propagación de esta revolución desde Túnez a sus vecinos árabes no se deciden sobre su éxito, pero anuncian ciertas generalidades en los países tales como la autocracia y la actual capacidad de movilización del pueblo, según intelectuales y académicos como Azzedine Laayachi y Abdennour Benantar .18 Las protestas han llegado a causar la convocatoria de manifestaciones democráticas en China China,, donde han sido rápidamente sofocadas. CAUSAS: La revolución democrática árabe es considerada la primera gran oleada de protestas laica y democrática del mundo árabe en el siglo XXI. XXI. Las protestas, de índole social y en el caso de Túnez Túnez,, apoyada por el ejército ejército,, estuvieron causadas por factores estructurales y demográficos, demográficos , 20 unas condiciones de vida duras arraigadas en el desempleo desempleo,, a lo que se añadían regímenes corruptos y autoritarios. Según explica Pedro Fuentes desde el PSOL estos regímenes, nacidos de los nacionalismos árabes de entre las décadas de 1950 y 1970, se fueron convirtiendo en gobiernos re presores que impedían una oposición política creíble que dio lugar a un vacío llenado por movimientos islamistas de diversa índole. índole.Juan Goytisolo lista otras causas de las malas condiciones de vida, además del desempleo y de la injusticia política y social de sus gobiernos; éstas radican en la falta de libertades, la alta militarización de los países y la falta de infraestructuras en lugares donde todo el beneficio de economías crecientes va a parar a manos de unos pocos corruptos. corruptos.21 Manuel Castells las amplía con los encarcelamientos oscuros. oscuros.22 Algunos han analizado por qué estas revoluciones no pudieron pudieron ocurrir antes. Se ha dicho que hasta la Guerra Fría los países árabes supeditaban sus intereses nacionales a los de las superpotencias estadounidense y soviética, enfrentadas por la hegemonía global. No es hasta el fin de la Guerra Fría cuando, salvo excepciones, se permite a estos países mayor libertad política, coincidiendo con un amplio proceso de globalización que difundió las ideas de Occidente y que a finales de la primera década del segundo milenio terminó por tener una gran presencia de las redes sociales, sociales, que en en2008 se impusieron en Internet Internet.. La Red, a su vez, implementó su presencia en la década de los 2000 gracias a los planes de desarrollo de la Unión Europea..15 La mayoría de los manifestantes fueron jóvenes (no en vano las protestas de Egipto han recibido Europea el nombre de revolución de los jóvenes),23 24 cercanos a Internet y cuya principal diferencia con s us generaciones predecesoras es que cuentan con estudios básicos, e incluso a veces superiores y universitarios. universitarios.25 Immanuel Wallerstein considera la primavera árabe actual como una segunda rebelión árabe, heredera de lo que denomina espíritu o corriente de 1968 anticolonialista -frente al exterior- y a ntiautoritaria frente al interior- que no llegó a triunfar en su día y que ah ora vuelve a resurgir -aunque con contradicciones-, y que debe entenderse como parte fundamental de los movimientos mundiales de protestas ( Protestas en Grecia de 2010-2011, 2010-2011, Movimiento 15-M, 15-M, Movilización estudiantil en Chile de 2011, 2011 , Movilizaciones
estudiantiles en Colombia de 2011 y 2012, Occupy Wall Street, huelgas en China en 2011, Movilización estudiantil en Puerto Rico).26 27 Por último, la profunda crisis económica que sumió a los países del n orte de África, junto con casi todo el resto del mundo, en una pobreza más acuciante, fue un detonante al producir la elevación del precio de los alimentos y otros productos básicos, provocando la hambruna en la población más pobre.1 Túnez, el detonante Artículo principal: Revolución tunecina.
A estas causas compartidas por los países de la región se añaden otras particulares. En el caso de Túnez, la cantidad de turismo internacional y en especial europeo que recibía consiguió un mayor arraigamiento de las ideas occidentales; Túnez poseía, además, un gobierno menos restrictivo. 15 Su economía estaba en manos de unas pocas familias oligarcas que asumían muchas de las filiales de grandes empresas extranjeras, especialmente francesas, que copaban los sectores turístico, financiero, distribución comercial, telecomunicaciones, seguros e industria. El gobierno de Ben Ali estaba además bien visto por la Unión Europea, con quien firmó un tratado de libre comercio en 2008, desplazando su industria allí debido a los bajos salarios tunecinos.29 El régimen de Ben Ali había logrado un crecimiento sostenido pero c oncentrado en unas pocas clases ricas situadas en las costas norte y nore ste, en tanto que el resto del país era pobre. Esta pobreza se acentuó a partir de la crisis económica de 2008, que redujo el empleo y los salarios. Los parados llegaron (en cifras oficiales, probablemente a la baja) a situarse entre el 20% y el 30% de la población del país, pero con un porcentaje del 60% entre los menores de 30 años, donde cerca del 75% de la población no supera esa edad; es importante contar aquí a las mujeres, que en Túnez no sufren la represión islámica de otros Estados. 29 Así, probablemente la falta de expectativas de una vida decente para la juventud fue un detonante mayor que la carestía de los productos básicos.30 Todo ello terminó desembocando en la inmolación a lo bonzo, el 4 de enero de 2011, de un joven de 26 años, Mohamed Bouazizi, debido a sus problemas económicos, desatando una ola de manifestaciones en Sidi Bouzid que se extendió desde las periferias de Túnez hasta su misma capital y terminó por derrocar al gobierno. Otra particularidad de Túnez es que, al contrario que por ejemplo en Libia y Siria, su gobierno no había otorgado privilegios empresariales y cargos gubernamentales sistemáticamente al ejército. Éste se puso del lado del pueblo tunecino, desobedeciendo las órdenes de Ben Ali.
El 14 de enero
Durante el 5 y el 12 de enero, se sucedieron fuertes manifestaciones de descontento popular que alcanzaron todos los puntos de la nación, principalmente en centro de la capital. Ben Ali dio inicialmente un ultimátum para su eventual dispersión a cambio de mejoras en el salario asi como la convocatoria a una votación nacional para decidir un controvertido plan de reformas, inicialmente criticado por la oposición. Tras la negativa de los huelguistas, se dió la orden a las fuerzas militares de avanzar sobre las protestas y apresar a todo aquel que se mantuviese en pie de protesta. El saldo final de la masacre militar fue de casi cien muertos y a pesar de ello las fuerzas anti-Ben Ali pactaron una gran ola de protestas y huelga para el día 14 de enero con un sola consigna: "Fuera el Dictardor, Ben Ali asesino". Con las manos manchadas de sangre y las crecientes críticas provenientes de sus hasta entonces aliados, en horas de la tarde Ben Ali huyó del país refugiándose en Arabia Saudí y dejando el poder a merced de sus hasta entonces aliados. Tras la salida de Ben Ali, comenzó una disputa de poder en la nación sobre todo entre las élites que sustentaron la dictadura y nombraron al hasta entonces primer ministro Mohamed Ghanuchi, como jefe del país al frente de un llamado Consejo de Transición. En su primera alocución al público Ghanuchi expresó su intención de centrar su mandato en la reconstrucción de la economía y ampliar el acceso de toda la población riqueza nacional. A pesar de todo, las fuerzas que condujeron a la caída de Ben Ali exigieron la dimisión de Ghanuchi a quien acusaron de continuador de la política de su antecesor y demandaron el inicio de un juicio contra el exmandatario y varios miembros de su familia por corrupción y malversación de la propiedad nacional
Ruptura del gobierno de Ghanuchi
A pesar de los llamados de reconciliación de Ghanuchi, miles de manifestantes continuaron exigiendo la renuncia del gobierno y la realización de elecciones democráticas con el fin de borrar las casi 23 años de dictadura y represión. El 25 de febrero durante una manifestación en la zona de Cartagine donde se encontraba la sede del gobierno provisional, un joven fué asesinado en los enfrentamientos que tuvieron lugar en la capital tunecina entre la policía y grupos de manifestantes que exigían la dimisión del primer ministro de transición, Mohamed Ghanuchi. Tras nuevos enfrentamientos sangrientos en las calles de Túnez, el primer ministro del país norteafricano Mohammed Ghanuchi presentó su dimisión, asumiendo así las consecuencias de las protestas dirigidas contra él. El primer ministro de Túnez, Mohamed Ghanouchi, renunció en un intento por agilizar el camino hacia las elecciones en el país del norte de África. “Mi renuncia brindará un mejor clima para la nueva era” , dijo en la televisión estatal, y reiteró el compromiso del Gobierno para celebrar comicios el 15 de julio y reemplazar a Ben Ali. Agregó que quería evitar más víctimas en los disturbios políticos del país. En las calles de la capital tunecina se avivaron previamente los duros enfrentamientos de los dos últimos días, cuando numerosos jóvenes intentaron -según testigos- infiltrarse en el Ministerio del Interior. Los jóvenes destrozaron ventanales y levantaron barricadas. Además lanzaron piedras a la policía. Las fuerzas de seguridad respondieron con gas lacrimógeno y disparos de advertencia. Tras la salida de Ghanuchi se iniciaría en Túnez un proceso de vacío de poder y de inestabilidad política que duraría hasta la celebración de elecciones. Enjuciamiento a Ben Ali
El 20 de junio de 2011, un tribunal de primera instancia condenó a 35 años de cárcel al expresidente de Túnez Zine El Abidine Ben Alí y su esposa, Leila Trabelsi, por malversación de fondos públicos y otros delitos. Tras un día de maratónico proceso judicial en esta capital, la referida corte halló a Ben Alí y a su mujer, ambos radicados en Arabia Saudita desde que huyeron del país el 14 de enero, culpables de robo y posesión ilegal de dinero y joyas, informó la televisión. El principal canal estatal indicó que la otrora pareja presidencial fue sentenciada a pagar una multa total de 65,6 millones de dólares, pese a que el juicio contra ambos por posesión, tráfico y consumo de estupefacientes y armas fue postergado. Según el juez, el depuesto presidente tunecino dejó abandonado en sus palacios en su huída a la ciudad saudita de Jeddah, cuantiosas sumas de dinero y joyas valoradas en miles de dólares, presuntamente obtenidas mediante desfalcos al erario. La Fiscalía General pidió la pena máxima prevista en el Código Penal de Túnez para Ben Alí y Trabelsi al imputarles el cargo de traición a la patria, mientras el equipo de abogados defensores solicitaron sin éxito un aplazamiento del proceso judicial[3].
Las medidas de Hosni Mubarak y la entrada de Suleiman
Desesperado y en busca de medidas para asegurar su permanencia en el poder y tratar de aplacar a las personas que protestaban por su salida, Mubarak anuncia la inmediata dimisión del gobierno en pleno y anuncia nuevos cambios en el ejecutivo. Al presentar su nuevo plan para reformar el gobierno y ofrecer garantías democráticas, expresó: "He ordenado que renuncie el Gobierno y que sea formado otro, para que adopte nuevas funciones" . Poco después de eso, anunció el nombramiento del hasta entonces jefe de los servicios de inteligencia egipcios, Omar Suleiman como nuevo vicepresidente; con esta decisión Suleiman se convierte en el candidato más probable para suceder a Mubarak al frente del país, por delante del hijo del presidente, Gamal [7]. Posteriormente, Mubarak nombró al general del Aire Ahmad Shafiq, hasta ese momento ministro de Aviación Civil, primer ministro y le ha encargado la tarea de formar el nuevo Gobierno. Críticas hac ia Sul eim an
Desde el mismo momento de s u nombramiento, Suleiman recibió fuertes críticas de parte de muchos sectores tanto nacionales como extranjeros. Mucho criticaron su alianza con los servicios de inteligencia de los Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001asi como su estrecha colaboración con Israel, el cual lo consideraba como uno de sus enlaces en el alto mando egipcio[8].
La neutralidad de occidente
A pesar del reclamo de cientos de miles de manifestantes y las pruebas aportadas por cientos de agencias de noticias incluida la qatarí Al-Jazeera y la venezolana Telesur sobre la represión de las fuerzas militares. Occidente, en especial Estados Unidos y las potencias europeas evitaron dirigir palabras de repudio contra Mubarak y se limitaron a presentar discursos llamando a la reconciliación nacional y al inicio de un proceso de transición. Tras los sucesos de la "Marcha del Millón" y el inicio de todo un proceso de detenciones arbitrarias contra los líderes opositores la posición de EE.UU se radicalizó aunque siguió abogando por la necesidad de iniciar un proceso de transición que p ermitiese a Mubarak continuar en el poder. Ejemplo de las acciones de neutralidad constiyen las palabras de elogio expresadas por el exprimer ministro británico y enviado especial de Unión Europea para el Medio Oriente Anthony Blair quien se refirió a Hosni Mubarak como: "inmensamente valiente, [9] y una fuerza del bien" . Otra de las expresiones vino de parte del gran aliado del gobierno y del régimen en la zona, Israel. Según el diario Haaretz, las autoridades israelíes habían tratado de convencer a sus aliados de que es necesario mantener en el poder a Mubarak, que ha garantizado el cumplimiento del acuerdo de paz firmado entre Egipto e Israel hace más tres décadas, el 26 de marzo de 1979. La salida de Mubarak
Mientras las protestas en contra de las detenciones arbitrarias contra manifestantes y en pos de la salida del presidente egipcio del cargo, muchos medios internacionales y líderes de varias naciones dieron por sentado el hecho de que Mubarak se quedaría sin salidas y anunciaría su dimisión al cargo. Sin embargo durante un discurso expresó: "las demandas de los manifestantes, que exigen mi renuncia inmediata, son justas y legítimas, y no aceptaré ninguna injerencia extranjera" . Mas adelante expresó su intensión de mantenerse hasta septiembre y entregar luego la presidencia a un nuevo mandatario, conducta que fué rechazada por los manifestantes de la Plaza Tahrir [10]. LIBIA Libia, una nación del norte de África, y ubicada entre Argelia (al oeste), Túnez (al noroeste) y Egipto al este, fue centro de uno de los más sangrientos episodios de la llamada Primavera Árabe. El país, gobernado desde 1969 por el coronel Muamar el Gadafi, ostentaba uno de los mejores niveles de vida de todo el continente africano y un excelente ritmo económico. A pesar de esto, a inicios de enero, una serie de manifestaciones antigubernamentales se manifestaron en la ciudad Bengasi, ubicada en la región noreste. Las manifestaciones reclamaban mejores condiciones de vida para los habitantes de dicha ciudad y responsabilizaban a Gadafi y varios miembros de su círculo de poder de enriquecerse[13]. Tras esto se producirían violentos choques entre los manifestantes, los seguidores del gobierno y la policía, producto de la fuerte represión. Opositores al régimen comenzaron a controlar diversas zonas del país incluyendo Misurata y Bengasi y la capital, Trípoli, sumiendo al país en una guerra civil. A finales de agosto de 2011, las tropas del CNT (Consejo Nacional de Transición), organización político-militar encargada de aglutinar a las fuerzas opositoras a Gadafi entraron en la capital Tripoli, expulsando al gobierno e instaurando un gobierno transitorio. Posteriormente comenzarían una supuesta lucha de pacificación, con la cual intentarían barrer del país a los leales del antiguo régimen así como encontrar al exlíder libio. Este objetivo se lograría el 20 de octubre de 2011, a las afueras de la ciudad de Sirte, ciudad natal de Gadafi cuando este escapaba mediante un convoy del acedio del CNT y la OTAN. Poco despues de su captura Gadafi seria asesinado, en una franca violación de los derechos humanos [14] y de la orden del Tribunal Internacional de Justicia quien había pedido su captura para luego ser enjuiciado; tras esto, el país se envolvió en una fuerte situación de seguridad en medio de los esfuerzos de los nuevos líderes de formar un nuevo gobierno a pesar de sus divergencias y ansias de poder. YEMEN Yemen otro país árabe, ubicado en la zona sur de la península arábiga, fue también escenario de fuertes manifestaciones y de episodios de violencia que se extendieron sobre toda la nación. Inspirados en las revueltas populares que llevaron al presidente de Egipto a renunciar al cargo, miles de manifestantes en Yemen comenzaron a protestar desde el 27 de enero de 2011. Las protestas buscaban en un principio impedir
la reelección indefinida del entonces presidente Ali Abdullah Saleh, pero con el tiempo pasaron a exigir directamente su renuncia. El 1 de marzo, Saleh, acusó a los EE.UU y a Israel de tratar de desestabilizar su país y al mundo árabe[15]. Las protestas se extendieron gradualmente hasta las regiones del sur, hasta entonces consideradas bastiones favorables al presidente Ali Abdullah Saleh, con incidentes esporádicos de violencia callejera. Los manifestantes exigían además de la renuncia del presidente, la de todo su gabinete. Los alrededores de la Universidad de Sanaa fueron tomados por manifestantes quienes s e instalaron allí para presionar a las autoridades, pese a haber sido blanco de agresiones por simpatizantes del Gobierno con armas de fuego, sables, dagas, palos y piedras, segú n testigos. El presidente yemenita rechazó en la primera semana de marzo una propuesta hecha a modo de ultimátum por sus adversarios para preparar una renuncia gradual y pacífica, a fin de dejar el cargo a finales de 2011, en lugar de 2013, fecha en que expira su mandato constitucional. Según el canciller de Yemen, Abu Bakr Al-Qirbi, el descontento popular contra Saleh y las protestas eran consecuencia de las precarias condiciones económicas de Yemen, donde un tercio de los yemenitas sufría hambre crónica. El 11 de marzo, 14 personas resultaron heridas durante la dispersión de otra manifestación antigubernamental en el sur del país[16] Bahrein
El 14 de febrero, Bahréin un pequeño estado del Golfo Pérsico, amaneció en medio de fuertes protestas las cuales exigían una nueva constitución, la liberación de cientos de hombres y niños chiitas detenidos desde agosto de 2010 y así como el fin a los abusos de los derechos civiles, a manos de policías que según la población no eran de ese país sino que son musulmanes sunitas reclutados en Pakistán, Yemen,Siria y Jordania. Las manifestaciones inicialmente fueron seguidas no solo por las naciones vecinas como Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita sino tambien por los Estados Unidos quien tiene en ese ubicado en ese país su 5ta Flota Naval[17]. Inspirados en el movimiento que días anteriores (11 de febrero de 2011), había destronado a Hosni Mubarak en Egipto, cientos de habitantes de la capitalManama se reunieron en la Plaza Central o como se conoce Plaza de la Perla, imitando así el ejemplo de los egipcios en la Plaza Tahrir. Entre el 16 y 17 de febrero, fuerzas policiales y del ejércit o [18] rodearon la Plaza de la Perla, siendo desalojados cerca de dos mil personas congregadas todas en dicha zona. El portavoz del Ejército, Ahmed Salif, en un comunicado retransmitido por la televisión bahreiní, aseguró: Las Fuerzas de Defensa también velan por el mantenimiento de la libertad y las propiedades de las acciones de violencia (...) Han sido tomadas todas las medidas necesarias para mantener la seguridad, el orden público y la estabilidad Comunicado número uno del Ejército de Bahréin (16 de febrero de 2011) Represión
A pesar de las supuestas declaraciones sobre una paz existente, en las calles varios líderes de las protestas expresaban que las víctimas mortales de las últimas horas eran cuatro, que se suman a otras dos que se produjeron en las últimas jornadas por otras protestas fuera de la capital. Luego el 18 de febrero, fuerzas del ejército y la policía abrieron fuego contra los manifestantes apostados en la Plaza de la Perla y según varios opositores, 23 personas resultaron heridas. Mientras esto ocurrió mientras el príncipe heredero, el jeque Salman bin Hamad al-Khalifa, llamaba a la calma y el diálogo: Yo respeto a los opositores, como respeto a otros. Hoy es el momento de sentarse y entablar un diálogo, no de pelear. Jeque Salman bin Hamad al-Khalifa (18 de febrero de 2011 [19]) Ocupación saudí y aplastamiento de las protestas
Diez días después, el 28 de febrero, cientos de personas se manifestaron frente a la cámara alta del Parlamento de Bahréin e impidieron la celebración de una sesión, después de que el príncipe heredero recomendara el inicio de un diálogo nacional. Posteriormente y bajo pedido de las autoridades del gobierno, el Consejo de Cooperación del Golfo y bajo el coauspicio de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, encomendó el envío de fuerzas militares hacia Manama con el objetivo de estabilizar el país aunque varios dirigentes opositores criticaron lo que claramente fue una ocupación [20] . Críticas hacia la conducta en Bahréin
La entrada de tropas en Bahréin, la complicidad de Estados Unidos y varios países árabes en cuanto a lo ocurrido en dicha nación así como las diferencias con el tratamiento dado a Libia y posteriormente a Siria, fueron las principales críticas a la situación en Bahréin. The New York Times reveló detalles sobre el respaldo estadounidense a los abusos contra los derechos humanos cometidos por el gobierno de Bahréin [21].Según el diario, la Marina rechazó una oferta de un activista defensor de los derechos humanos bahreiní de hacer un informe sobre la represión de las protestas. El contacto del activista en el gobierno estadounidense recibió la orden de in terrumpir toda comunicación con los chiítas bahreiníes, que han hecho campaña contra la discriminación ejercida por la familia sunita gobernante. El destacado activista defensor de los derechos humanos, Nabeel Rajab, también reveló que el ejército presionó a dos senadores de Estados Unidos para que no le dieran albergue y ni siquiera se reunieran con él durante un viaje a Washington. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su consternación ante el envío de tropas de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos a Bahréin con el objeto de reprimir las manifestaciones pacíficas a “favor de la democracia”. Impacto de la primavera en el mundo
Como muchos de los principales productores mundiales de petróleo son los países en el Oriente Medio, los disturbios han causado un aumento en los precios del petróleo. El Fondo Monetario Internacional en consecuencia ha revisado su pronóstico para el 2011 el cual refleja un precio más alto, y también informó que los precios de los alimentos también podrían aumentar [22]. ´ Otro de los impactos de los sucesos en el mundo árabe es que estas serian el detonante para el inicio de masivos movimientos anticapitalismo, conocidos como movimientos de indignados, cuyos principales representantes estarían en España con el Movimiento Democracia Real Ya y sus focos en varios puntos de Europa o en Estados Unidos con el Movimiento Occupy Wall Street. El ejemplo de la Primavera Árabe seria también utilizadas para intentar crear focos en países como Cuba, Irán y Venezuela. En el caso de Cuba, el 7 de febrero un editorial en el periódico Wall Street Journal, se preguntaba si Cuba será la próxima ficha después de Egipto además de explicar las diferencias entre un supuesto movimiento de indignados en Cuba y el ocurrido en Egipto [23]. Posteriormente un artículo claramente ofensivo en el diario español El País, expresaba: “Que la oposición cubana no llame al levantamiento popular o a la desobediencia civil, en medio de tantas persuasiones desde afuera para que siga el camino tunecino o egipcio, es bastante revelador de su apuesta mayoritaria por una transición pac ífica.” Tomado del Artículo ¿Qué pasa en Cuba?, publicado en El País [24]
Primavera Árabe SIRIA
Importante resulta en esta ocasión, publicar información acerca de lo que actualmente está sucediendo en Siria. Todos, por un medio u otro, sabemos de este conflicto el cual, en dos publicaciones, CECOPAC informará a su comunidad.En efecto, la “Rebelión Siria” que data desde enero del año 2011 tiene un origen de carácter popular de enfrentamientos sociales y políticos donde la utilización de armas de fuego como medio de enfrentamiento ante la imposibilidad de negociar pacíficamente, ha producido decenas de miles de muertos, heridos, detenidos y desaparecidos, además de un sin número de desplazados que se han visto obligados a abandonar sus ciudades para buscar refugio dentro como fuera del país para huir de la represión del gobierno del presidente Bashar Al Assad. Lo anterior, es la consecuencia del fenómeno social denominado “Primavera Árabe” donde gobiernos de Túnez, Egipto y Libia entre otros han sido derrocados por su propia población. Para mayor referencia; la República Árabe Siria es un país del Oriente Medio, que se ubica en el costado este del mar Mediterráneo. Comparte frontera con Turquía, Irak, Israel, Jordania y Líbano, lo que deduce una posición geoestratégica muy sensible. Es miembro de Naciones Unidas como de la Liga Árabe.Habiendo obtenido su independencia de Francia en 1944, posee una población de 19 millones de habitantes, la mayoría de los cuales hablan árabe. Además la mayoría de la población profesa el islam, siendo el Suní el grupo musulmán mayoritario. Entre otros grupos religiosos que profesan el Islam se encuentran los drusos, alawitas y chiitas. Hay en Siria minorías de las etnias asiria, armenia, turca y kurda junto a miles de refugiados palestinos. Desde el año 1963, el Partido del Renacimiento Árabe Socialista o Baaz, gobierna Siria (Estado Socialista, República presidencialista y unipartidista) bajo la declaratoria de estado de emergencia y desde 1970 el presidente de Siria ha pertenecido a la Familia Assad, en la actualidad el Presidente es Bashar al-Assad, hijo de Hafez al-Assad, quien rigió los destinos del país desde 1970 hasta su muerte en el año 2000. La constitución de 1973 define oficialmente a Siria como un estado socialista laico reconociendo al Islam como religión mayoritaria.Bajo la estricta dominación de la dinastía Asad desde 1971, Siria es unos de los países clave en Oriente Próximo por su influencia sobre sus vecinos, sobre todo Jordania, por su frontera con Turquía y por las buenas relaciones que mantiene con Irán. La mayoría del pueblo sirio tiene ciertas distancias culturales con Bashar Assad. Él y su familia pertenecen a la minoría religiosa alauí, una rama del Islam chií que representa al 12% de la población, frente al 74% que suponen los musulmanes suníes. Ante la amenaza sobre su estabilidad en el poder, Assad no ha dudado en utilizar la fuerza de la manera más tajante posible. Sin embargo, esta actitud no ha impedido que las protestas se extiendan desde la capital, Damasco, por todo el país. La respuesta del Gobierno siempre ha sido la misma: la represión violenta.El conflicto más reciente en el país se iniciael 26 de enero de 2011, influido por el fenómeno social - antes mencionado denominado “Primavera Árabe”, donde su población se manifiesta exigiendo profundos cambios sociales, políticos y económicos Demandan más libertades y plena democracia, así como también un mayor respeto de los derechos humanos. De acuerdo a los Comités de Coordinación Localsirios, desde el comienzo de las manifestaciones, las tropas sirias y fuerzas de seguridad han asesinado 8.000 civiles aproximadamente, mientras que otros milesse registran heridos. Las bajas entre las fuerzas leales al gobierno por las acciones de los rebeldes superan los 2.000 fallecidos, según el gobierno sirio.También se encuentran detenidas o desaparecidas entre 9.000 y 15.000 personas.Si hablamos de demografía y porcentajes, lo que ocurre actualmente en Siria puede emular a lo que ocurrió en Irak en su oportunidad, donde su líder Saddam Husseim ejerció un gobierno de “mano dura” por el hecho que el poder lo sustentaba una minoría étnica en el país. En efecto, los Sunitas que representan aproximadamente el 35% de la población gobernaron un país de mayoría Chiita que representa el otro 65% del total de la población, lo que ha producido hasta la actualidad un quiebre interno con sangrientas consecuencias.Lejos de llegar a una solución ante un sin número de iniciativas de la comunidad internacional, Siria se encuentra sumergido en un conflicto que se visualiza muy complejo de dilucidar. En nuestro segundo artículo pondremos en el tapete las estrategias del gobierno sirio para mantenerse en el poder, de la forma de contrarrestar su permanencia de parte de la oposición siria como además de la posición e iniciativas de Naciones Unidas como de organizaciones regionales y países de manera individual para enfrentar esta grave situación.