Agradecimientos
Muchos amigos y pacientes me han inspirado, persuadido e impulsado a escribir este libro. Les doy las gracias a todos ellos de corazón, en particular: A Teresa Barker, cuya fuerza me mantuvo en pie en los momentos difíciles, y cuyos consejos editoriales mejoraron tanto esta obra. A la doctora Marilyn Rossner, de Montreal, que más de una vez estuvo ahí para levantarme el ánimo. A la doctora Marian Svinth y a Gene Slape, mis queridos amigos, que con su coraje y maestría consiguieron que tanto mi ordenador como yo siguiéramos en marcha. A Chris Standage, Mick Buckley, Dan Trythall, Joyce Izumi y Martha Blomberg; a los doctores Joyce Liechenstein, Fadel Behman y Sally O'Neil, a Hetty Kouw; a los doctores en Medicina Robert Schore y Melvin Morse; a D. J. Zentner, Kim Clark Sharp, Sandy Woodward, Carla Stehr y Toni Diane Holm, que contribuyeron a este proyecto de tantas maneras. A mi querida hija, Annalisa, por su vida, su alegría y su amor. A la Fuente Divina, que creó lugares tan bellos como Mount Baker, que me inspiran y deleitan, y que depositó en nuestro interior los deseos, los medios y los caminos que nos conducen a la salud. Y por último, pero no por ello menos importante, al equipo de Beyond World Publishings, por su indudable talento y su integridad como editores.
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