ANTIBIÓTICOS para BACTERIAS GRAM POSITIVAS:
Las PENICILINAS actúan frente a multitud de bacterias gram-positivas. - De espectro dominante sobre bacterias Gram-positivas, por ejemplo beta-lactámicos (con extensión para bacterias Gram-negativas en el caso de la amoxicilina y cefalosporinas) y macrólidos. La ERITROMICINA y fármacos similares (claritromicina, azitromicina, etc) son activos, sobre todo, frente a microorganismos de los llamados ‘gram-positivos' y tienen utilidad en muchas infecciones (amigdalitis, infecciones bucales, neumonías ,etc), sobre todo en alérgicos a penicilina. Producen molestias de estómago en muchas personas.
GLICOPEPTIDOS: VANCOMICINA, TEICOPLANINA: Son antibióticos muy activos frente a microorganismos llamados "gram-positivos", incluso los resistentes a penicilinas y cefalosporinas. Por ello se emplean en infecciones hospitalarias graves, sobre todo en alérgicos a penicilina.
LINCOMICINA Y CLINDAMICINA: Son activos también frente a microorganismos llamados "grampositivos", pero además pueden con otros microorganismos llamados anaerobios. También se emplean en infecciones de hospital, sobre todo en alérgicos a penicilina. La clindamicina se utiliza tópicamente en algunas infecciones de piel.
Las PENICILINAS G son eficaces contra estreptococos gram-positivos, estafilococos, enterococos y meningococos: se emplean en el tratamiento de la sífilis, gonorrea, meningitis, ántrax y el pián. La penicilina V se utiliza en el tratamiento de las infecciones respiratorias. ANTIBIOTICOS para BACTERIAS GRAM NEGATIVAS:
Los AMINOGLUCÓSIDOS, también de espectro restringido, actúan frente a bacterias gramnegativas. - De espectro dominante frente a bacterias Gram-negativas, por ejemplo, polipéptidos, solo para bacterias Gram-negativas; aminósidos (con extensión para bacterias Gram-positivas en el caso de la gentamicina, y para Mycoplasmas en el caso de la espectinomicina), y quinolonas (con extensión para bacterias Gram-positivas y Mycoplasmas para el caso de las fluoroquinolonas).
AMINOPENICILINAS (Amoxicilina, ampicilina, etc). Tienen más actividad frente a los microorganismos llamados ‘gram-negativos', y si se asocian con sustancias como el ácido clavulánico o el sulbactam, también pueden con las bacterias que producen beta-lactamasa, como
el estafilococo.
GENTAMICINA, TOBRAMICINA, AMIKACINA, NETILMICINA . Se usan sólo en infecciones graves por microorganismos de los llamados gram-negativos.
QUINOLOMAS: Hay 2 subgrupos de quinolonas. Las más antiguas (ácido nalidíxico, ácido pipemídico ) sólo actúan contra algunos microorganismos de los llamados ‘gram-negativos' y se utilizan sólo como antisépticos urinarios (en infecciones leves de orina). Las más recientes, o fluoroquinolonas, incluyen fármacos como norfloxacino , ciprofloxacino y ofloxacino y son activos frente a otras muchas bacterias, incluyendo la llamada Pseudomona (una bacteria peligrosa que causa infecciones muy graves).
La AMPICILINA y la AMOXICILINA tienen un rango de acción similar a la penicilina-G, con un espectro de acción algo mayor, que incluye a las bacterias gram-negativas. La ampicilina y derivados, son eficaces frente a la fiebre tifoidea, bronquitis, infecciones del tracto urinario, neumonía, meningitis y bacteriemia. Las penicilinas resistentes a la penicilinasa son efectivas frente a las bacterias que han desarrollado resistencia a la penicilina G. Las penicilinas antipseudomonas permiten el tratamiento de las infecciones provocadas por la bacteria gram-negativa Pseudomonas, que es una bacteria frecuente en la flora hospitalaria. Las penicilinas antipseudomonas se pueden administrar de forma profiláctica a los pacientes con una alteración del sistema inmunológico que tienen una susceptibilidad incrementada a las infecciones por gram-negativos.
AMINOGLUCÓSIDOS: La ESTREPTOMICINA es el más antiguo de los aminoglucósidos y, después de la penicilina, el antibiótico más empleado. Los aminoglucósidos son antibióticos de espectro restringido que inhiben la síntesis de proteínas bacterianas en bacilos gram-negativos y estafilococos. En ocasiones se utilizan en combinación con la penicilina. Los efectos adversos asociados con la utilización prolongada de aminoglucósidos son infrecuentes e incluyen lesión de la región vestibular del oído interno, pérdida auditiva y lesiones en el riñón.
TETRACICLINAS: Las tetraciclinas son antibióticos bacteriostáticos que inhiben la síntesis de proteínas bacterianas. Son antibióticos de amplio espectro eficaces frente a cepas de estreptococos, bacilos gramnegativos, las bacterias del género Rickettsia (las bacterias que producen el tifus) y espiroquetas (las bacterias que producen la sífilis). Se emplean también en el tratamiento del acné, la enfermedad inflamatoria pélvica, las infecciones del tracto urinario, las bronquitis y la enfermedad de Lyme. Debido a su amplio espectro, las tetraciclinas pueden, en ocasiones, alterar el equilibrio
de la flora bacteriana interna que normalmente es controlada por el sistema inmunológico del organismo.
RESISTENCIA ANTIBIOTICA La resistencia antibiótica es una propiedad de las bacterias de evadir la acción bactericida o bacteriostática de los antibióticos. Podemos hablar de la resistencia antibiótica en tres niveles que incluyen: 1. Los mecanismos de resistencia que intervienen en la relación molécula de antibiótico con la célula bacteriana. Dentro de este capítulo deberemos referirnos a los métodos usados por la célula bacteriana para resistir a la acción de los antimicrobianos. 2. La resistencia antibiótica de una población bacteriana. Es el resultado de la presencia de mecanismos de resistencia en las células bacterianas que forman la población en estudio. Se refiere a la capacidad de un cultivo de una cepa bacteriana de resistir a la acción de una concentración dada de un antibiótico en el medio de cultivo. En otras palabras, es el tipo de comportamiento que estudiamos en las pruebas de laboratorio para catalogar una cepa bacteriana como sensible o resistente. Estas técnicas de estudio relacionan el comportamiento que la población bateriana tiene en el laboratorio con la concentración del antibiótico en el sitio de la infección. 3. La resistencia de una población bacteriana que está produciendo una infección a la acción de un antibiótico que le ha sido administrado al paciente. Esta resistencia se correlaciona con la resistencia anterior aunque en algunos casos pueden no coincidir en función de factores externos como, por ejemplo, la localización de la infección.